Se encuentra usted aquí
Confit de pato
Solapas principales
Descripción
Si nunca lo habéis probado, os estáis perdiendo algo grande. Porque es un auténtico manjar apto para las celebraciones más fisnas, tiene un precio más que razonable, apenas hay que cocinarlo, ¡y viene dentro de una lata! El confit de pato es un invento francés de los mejores, lo digo yo.

Resumen
Yield | |
---|---|
Prep time | 15 minutos |
Cooking time | |
Total time | 15 minutos |
Ingredients
Instructions
Vaya lista de ingredientes, ¿verdad? Os habréis hartado de leer a estas alturas. Pues sí: el pato confitado ya viene cocinado. Se cocina durante horas a baja temperatura, en su propia grasa, hasta que la carne prácticamente se deshace y es un bocado totalmente magro. Se puede comer frío. Las únicas instrucciones que os puedo dar son éstas, para comer un confit de pato con acompañamiento de naranja para chuparse los dedos:
- Saca los muslos de la lata y retira bien la grasa, escurriéndola. Si está muy fría y se ha solidificado, conviene meter un poco la lata al baño maría para que funda y esta operación sea un poco más sencilla.
- Enciende el horno muy caliente, a 250 grados, y cuando alcance la temperatura, mete los confits. Cinco minutos por cada lado, y después trataremos de que la piel se tueste añadiendo un poco de grill. Hay hornos muy potentes que ya logran churruscar la piel sin necesidad de grill, tú vigila el tuyo y sobre todo, que no se queme. Que la piel quede crujiente, desde luego, le da un "extra" exquisito.
- ¡Ya está! Es asombroso. Sólo queda acompañar el confit con una mermelada de naranja, que le da un contraste maravilloso. La que yo utilizo, por supuesto, es la mermelada de naranja dulce de Sra. Mermelada, http://www.sra.mermelada.com, que utiliza ingredientes ecológicos, se elaboran de forma totalmente artesanal y están impresionantes. Pero si de naranja no te va mucho, no te pierdas la combinación de confit con frutos rojos, cerezas o incluso una compota de manzana, comprados o hechos por ti en un alarde de maestría.
Notes
Y si no quieres encender el horno, puedes usar una sartén para calentar el muslo de pato, colocándolo por el lado de la piel primero, sin añadir ni una gota de aceite.
Lo de la lata de confits tiene un solo inconveniente, que puede no serlo en realidad: la grasa. Esa grasa que ha mantenido en perfecto estado la conserva, una vez consumidos los confits, sigue ahí, en la lata. Y te preguntas, ¿qué hago yo ahora con esto? Un pajarito me ha dicho que es una grasa maravillosa para freir unas patatas que acompañen a los muslos que la crearon. Estoy segura que deben de ser las patatas fritas más espectaculares del mundo, pero me duelen las arterias sólo de pensarlo. Así que lanzo al infinito mi pregunta: ¿qué hacer, dios mío, con esa grasa? Reciclarla con el aceite usado es mi opción favorita, pero se admiten sugerencias.
Para evitar ese mínimo engorro, sé que venden confits envasados, individualmente, al vacío. Así queda menos tradicional, se pierde un poco de poesía, pero puede ser una alternativa.